El problema de la inseguridad en el país ha ido en aumento en los últimos años, presentándose niveles muy importantes sobre todo en el 2017, que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, 2018 el 75.9% de la población mayor de 18 años considera que vivir en su ciudad es inseguro.

Actualmente, una medida de seguridad común es la instalación de cámaras de video en los hogares y negocios que han incrementado su uso como resultado de la ineficiencia de los responsables políticos y operadores ante la percepción pública de la inseguridad, tratando de disminuir el riesgo de tener un ataque o daño a la integridad física o material en la persona o en el patrimonio. Para la población no es decisivo si realmente evita verse dañado, pero si logra la videovigilancia como una solución inmediata, fácil de implementar, y que “funciona”, aunque en la mayoría de las ocasiones es inútil como un medio que logre la seguridad o la prueba del delito (Galdon-Clavell, 2015).

Con el auge del Internet de las Cosas,  hoy en día encontramos cámaras que se conectan a través de Internet y podemos estar viendo lo que ocurre en nuestro hogar desde nuestro teléfono. De las cuales se manejan dos tipos: las cámaras análogicas y las cámaras IP

Las cámaras de seguridad analógicas son las que se usaron toda la vida en CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) y aún se siguen usando debido a que recientemente se actualizaron a la modalidad HD (High Definition), lo cual las trajo de nuevo al mundo actual, mismas que ya se encuentran en calidades imagen hasta 5 megapixeles y se conectan a la red por medio de grabadores digitales (DVR).

Las cámaras de seguridad IP son pensadas para ser visualizadas por medio de Internet o desde una red local, por ejemplo si se conectan localmente mediante un swith o router éstas se conectarían como si fueran una computadora más. También hay cámaras IP inalámbricas, las cuales se conectan a nuestra red WIFI por una antena. 

Las cámaras de seguridad/vigilancia Ultra HD 4K ofrecen una resolución 27 veces mejor que las cámaras analógicas convencionales (VGA), nueve veces que las HD estándar (1.280 x 720) y cuatro veces que las Full HD (1.920 x 1.080).

Esto significa que los detalles más precisos de las imágenes conservan su claridad, incluso cuando sólo se necesita ampliar una parte de la imagen. El objetivo de alto rendimiento empleado en las cámaras de seguridad 4K es de proporcionar imágenes uniformes de alta resolución.

Mediante el uso del Internet ambas tecnologías han despuntado por las aplicaciones de dispositivos móviles, los cuales permiten revisar en tiempo real tanto en el hogar como negocio los equipos colocados para la revisión de estos lugares, lo que ha impulsado la utilización de estos equipos de manera ascendente en los últimos años.

Bibliografía

INEGI, I. N. (17 de Enero de 2018). Encuesta nacional de seguridad pública urbana cifras correspondientes a diciembre 2017. INEGI, 1-3. Obtenido de http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boletines/2018/ensu/ensu2018_01.pdf

Galdon-Clavell, G. (Mayo de 2015). Si la videovigilancia es la respuesta, ¿Cuál es la pregunta? Cámaras, seguridad y políticas urbanas. (P. U. Chile, Ed.) Eure, 81-115. Obtenido de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19637101004